Nuestra lucha personal en contra de la obesidad infantil

Es importante fomentar el deporte sobre todo desde pequeños. Vivimos en una sociedad donde la obesidad infantil ha sido reconocida como un problema del país, se han puesto en marcha distintas iniciativas con el objetivo de luchar contra esta enfermedad y sobre todo para prevenir que las generaciones futuras no caigan en el mismo pozo.
Un niño con obesidad será un hombre adulto con muchos problemas, además de sufrir una infancia realmente dura, cargada de episodios difíciles de salud y también de rechazos sociales.
Problemas comunes de la obesidad
Principalmente el problema que más destaca es la salud del niño. Si el niño sufre obesidad su salud se resentirá y estos son solo algunos de los problemas con los que los niños obesos se enfrentan, algunos se apreciarán más y otros menos:
– Diabetes del tipo 2.
– Se intensifican problemas respiratorios
– Se limita el desarrollo del niño
– Aparecen problemas psicológicos como depresión, inseguridad, falta de integración
– Hipertensión arterial
– Se altera el sueño
– Niveles altos de colesterol
Y todos estos problemas tienen sus consecuencias porque por ejemplo que un niño no tenga la misma capacidad respiratoria le limita mucho para practicar algún deporte, incluso para relacionarse con los demás niños. El descanso también es fundamental, y si no descansa bien tiene consecuencias en su desarrollo físico y mental, que al final todo se encadena y provoca efectos muy negativos en el niño.
Es importante que para evitarlo, inculcar a los niños una mentalidad deportiva desde temprana edad, evitando el sedentarismo y la poca actividad física.
Muchos padres se obsesionan en las clases extraescolares de los niños y algunos incluso inundan todas las horas libres del niño a la semana para apuntarles a clases adicionales, idiomas, informática, música.
Alimentación y deporte la base de salud de un niño
Cuando lo que principalmente para la salud de un niño lo que necesita es actividad física es más favorable para el niño apuntarle a practicar algún deporte o sencillamente llevarle al parque un rato para que corra y se relacione que tenerle estudiando de sol a sol.
Hay que ser mesurados en cualquier comportamiento y en cuanto a la educación de nuestros hijos más todavía.
Practicar algún deporte, mejora su salud, le aporta una mayor capacidad energética y les ayuda a estar mejor preparados para desarrollarse intelectualmente. Además de favorecer muchos otros aspectos tanto físicos como psicológicos que le ayudará al niño o a la niña a formarse como un adulto completamente sano.
En cualquier ciudad ofertan clases deportivas para los niños, pudiendo elegir entre un montón de alternativas, además de encontrar en toda nuestra geografía afortunadamente un montón de parques y zonas naturales donde los niños disfrutan en gran medida.
Por supuesto no se puede olvidar la correcta alimentación, intentando evitar en la medida de lo posible, productos con altos contenido en grasas y azúcares, además de precocinados. Una buena alimentación es la base de una buena salud.